¿Te has planteado acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad y no sabes qué datos necesitas proporcionar para hacerlo?
En este artículo te explicamos cuál es el modelo de solicitud de la Ley de la Segunda Oportunidad que debes seguir y con el que puedes poner fin a tus deudas.
¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad?
Antes que nada, debes saber que la Ley de la Segunda Oportunidad es una herramienta de auxilio para particulares y autónomos sobreendeudados que se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica que imposibilita los pagos con normalidad de la deuda.
Con el nombre de Ley de Segunda Oportunidad, se conoce el mecanismo que se crea en los artículos 486 y siguientes de la Ley Concursal a raíz de la Ley 25/2015, de 28 de julio, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social.
Se trata de un procedimiento denominado exoneración del pasivo insatisfecho (EPI), cuyas principales ventajas para el deudor son las siguientes:
- Permite cancelar las deudas.
- Se puede salvar el patrimonio, siguiendo un plan de pagos para amortizar parte de las deudas.
- Se detienen los embargos y no se pueden ordenar embargos nuevos, primero de forma provisional durante el proceso judicial, y luego definitivamente, si se consigue la exoneración del pasivo insatisfecho.
- Una vez que se obtiene la exoneración, el deudor tiene que desaparecer de los ficheros de morosos.
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¿Cómo es el modelo de solicitud de la Ley de la Segunda Oportunidad?
Es importante aclarar que cuando hablamos de modelo de solicitud de la Ley de la Segunda Oportunidad, no nos referimos a que haya un formulario oficial para solicitar la exoneración judicial de las deudas, porque no lo hay. Pero sí es cierto que el escrito inicial tiene que contener ciertos datos, que son los siguientes:
- Identificación del deudor, situación personal, familiar, laboral y profesional. En caso de que el deudor esté casado, debe declarar el régimen económico matrimonial, así como los bienes a nombre de ambos. En el caso de parejas de hecho, se deberá identificar a la pareja e indicar los vínculos económicos que existan entre ambos. También es necesario indicar si hay hijos a cargo de la persona deudora, con la necesidad de prestarles alimentos.
- Indicar si el estado de insolvencia es actual o inminente y los motivos que han llevado a dicha situación.
- Valoración del importe total de la deuda, así como de los bienes y derechos del patrimonio.
- Información sobre la vivienda habitual, indicando si el deudor es propietario, y en caso afirmativo si la vivienda está gravada con hipoteca y el estado de la misma (cantidad pendiente de pago, si se está al día de las cuotas, etc.), así como información sobre si se encuentra al día de pagos de comunidad e impuestos correspondientes a la vivienda.
Memoria expresiva
A la solicitud de la Ley de la Segunda Oportunidad es necesario acompañar una memoria expresiva de la historia económica y jurídica del deudor.
En dicha memoria se debe explicar cómo y cuándo empezó la situación de sobreendeudamiento, la actividad laboral o profesional durante los tres últimos años, y las causas del estado de sobreendeudamiento en el que se encuentra el deudor.
Inventario de bienes y derechos
Por último, debe acompañarse una recopilación documentada de todos los bienes y derechos del deudor. Esta incluye bienes y derechos, cuentas bancarias con los importes depositados, capital mobiliario (acciones, participaciones, préstamos, seguros, etc.) y todas las propiedades inmobiliarias.
¿Dónde presento esta solicitud de la Ley de la Segunda Oportunidad?
La solicitud debe dirigirse al juzgado de lo mercantil competente en función del lugar donde tenga el centro de sus intereses principales. Como hablamos de personas físicas, normalmente este se corresponderá con el de su residencia habitual.
Desde la aprobación de la nueva Ley de la Segunda Oportunidad, ya no es necesario acudir en primer lugar a un notario.
¿Por qué debería acogerme a la Ley de la 2ª Oportunidad?
La Ley de la Segunda Oportunidad permite cancelar total o parcialmente las deudas cuyo pago no puede afrontarse, permitiendo al solicitante una nueva oportunidad para empezar de cero, libre de deudas.
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