¿Cómo cerrar una empresa con deudas?

¿Cómo cerrar una empresa con deudas?

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Cerrar una sociedad con deudas es posible, gracias a la figura del concurso de acreedores. Además, si el administrador de la empresa arrastra deudas que ha avalado como persona física, podrá lograr su eliminación con la Ley de la Segunda Oportunidad.

La Ley de Segunda Oportunidad es aplicable solo a las personas físicas. Por ello, cuando hablamos de una empresa formada por un autónomo, y no de una sociedad, también resulta de aplicación este mecanismo y no el concurso de acreedores.

Cierre de empresa con deudas

La finalización del proceso implica la liberación absoluta del importe adeudado, pudiéndose pactar también el pago del 25% de las deudas e incluso menos, todo ello en función del acuerdo económico entre las partes involucradas.

Últimos pasos para evitar la liquidación del patrimonio

La exoneración de deuda es determinante para evitar la liquidación patrimonial, que puede llegar a producirse por las demandas de los acreedores, y los embargos que estas pueden desencadenar.

Antes de cerrar una empresa con deudas es recomendable explorar otras opciones que faciliten el pago de las mismas, por ejemplo renegociar los aplazamientos en los pagos y quitas con los acreedores. Otra opción es vender la empresa o la unidad productiva bajo la supervisión de profesionales en el área.

Finalmente, el escenario más complejo es acudir a un preconcurso de acreedores y a continuación a un concurso de acreedores voluntario. Se trata de un proceso concursal que, correctamente gestionado, elimina responsabilidades a los administradores y socios. Por ello, es fundamental dejarse asesorar por expertos en la materia.

Intentar salvar la empresa antes del cierre total es, sin duda alguna, la alternativa más recomendada. Para ello, la mejor alternativa es formular un plan de viabilidad mediante el cual se pueda analizar minuciosamente la solvencia, liquidez, nivel de endeudamiento y el conjunto de maniobras de las cuales dispone el empresario para presentar una renegociación a proveedores, bancos y acreedores en general.

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Las etapas del proceso de cierre de la empresa

En caso de tener una respuesta negativa de los proveedores, bancos y acreedores, la mejor opción es cerrar la empresa. A continuación, analizamos los pasos necesarios para cerrar una sociedad con deudas:

Liquidación ordenada

La forma más simple de cerrar una empresa con deudas es gestionar una liquidación ordenada. Esta opción se debe hacer bajo la supervisión de profesionales.

En este caso, la empresa tiene impagos, pero el responsable procede al pago completo de los mismos y, cuando las cuentas están en cero, se procede a la disolución completa de la empresa, la cual debe constar en el Registro Mercantil.

El mayor inconveniente que surge en estos casos es que la empresa no dispone de suficiente liquidez para el pago de las deudas. De ahí que la liquidación posterior siempre deba hacerse bajo la supervisión de los expertos, los cuales deben acreditar que no se han escondido bienes, y que tampoco se ha beneficiado a familiares o amigos.

Concurso de acreedores voluntario

El siguiente paso contemplado en la Ley es el concurso voluntario de acreedores, que se convierte en una alternativa cuando no hay otra solución para salvar la empresa. En estos casos, la forma adecuada de cerrar la empresa es obtener una resolución mediante el concurso o preconcurso voluntario, también conocido como Pre Pack Concursal.

En este sentido, la fase previa del preconcurso consiste en la negociación con los acreedores, con el objetivo de llegar a un posible acuerdo antes de solicitar el concurso voluntario.

Si este paso es gestionado correctamente, hay altas probabilidades de lograr una reducción significativa de la deuda, evitando de esta forma todos los gastos judiciales asociados. En caso de no conseguir un acuerdo, procedería la intervención judicial, y se solicitaría un concurso voluntario para liquidar la empresa con deudas.

Contar con un buen asesoramiento profesional resulta de vital importancia para alcanzar los objetivos necesarios y evitar la intervención judicial en todo el proceso del concurso de acreedores. Una vez que el concurso ha sido resuelto, existe la posibilidad de salvar o no el negocio, aunque lo más común es que la resolución acabe, finalmente, con el cierre de la empresa.

Por otro lado, una vez resuelto el concurso voluntario de acreedores, hay dos posibles escenarios:

  • El primero es que la empresa se pueda salvar, dándole continuidad a su actividad.
  • El segundo es no poder salvar la empresa, en cuyo caso el siguiente paso es el cierre de la misma. No obstante, lo más habitual es que se produzca el cierre sin responsabilidades a los socios y administradores.

Procedimiento

La tercera fase del concurso de acreedores voluntario es el preconcurso de acreedores, que se debe presentar ante los Juzgados de los Mercantil, siempre con supervisión profesional, para asegurarse de cerrar la empresa bajo la venta a un tercero, por el máximo importe posible.

En caso de no ser posible, se dispone de un tiempo máximo de 3 meses para acudir al concurso de acreedores. Este procedimiento, a su vez, consta de 5 fases principales:

  1. Actos previos.
  2. Fase común,
  3. Fase de convenio.
  4. Fase de liquidación.
  5. Calificación.

La Ley de la Segunda Oportunidad

La mejor forma de evitar la responsabilidad de los acreedores es la liquidación ordenada o el concurso voluntario. Estas son las formas más adecuadas de manejar una situación de insolvencia y deudas, y al mismo tiempo, eliminar la responsabilidad de los administradores.

Hay que recordar, además, que las deudas avaladas por personas físicas también se pueden cancelar mediante la Ley de Segunda Oportunidad. Hablamos por ejemplo de los préstamos personales que haya solicitado el administrador, a título personal, con la intención de salvar su negocio

Lo importante en el proceso de cierre de una empresa es siempre tener en cuenta las deudas, porque, si el proceso no es gestionado de forma adecuada, perdurarán en el tiempo. Es decir, cerrar la empresa sin ningún otro procedimiento no elimina las deudas, por lo que estas pueden ir de forma directa contra el patrimonio personal de los involucrados.

De ahí que la liquidación total y el concurso de acreedores voluntario, así como la Ley de la Segunda Oportunidad en su caso, se posicionen como las mejores alternativas para hacer frente a este tipo de situaciones.

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ESCRITO POR:
María García
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Documentación Ley de la Segunda Oportunidad Particulares (Actualizada 2023)
Documentación Ley de la Segunda Oportunidad Autónomos (Actualizada 2023)

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