De los posibles bienes que pueden ser embargados por un juez, o bien por Hacienda o la Seguridad Social, las cuentas bancarias se encuentran entre los más probables. Por ello, a continuación vamos a explicar qué puede ocurrir si se ingresa dinero en una cuenta que está embargada.

Si meto dinero en una cuenta embargada, ¿me lo pueden quitar?

En caso de hacer algún ingreso en una cuenta que está embargada, se corre el riesgo de que, en efecto, el dinero se retire cuando se haga un barrido causado por el embargo. Es algo que no se puede saber a ciencia cierta, porque depende de las circunstancias del caso, pero es importante tener presente que el riesgo existe.

Si se trata de un embargo judicial, hay que tener especialmente en cuenta que el barrido se puede producir en cualquier momento del mes. En este tipo de embargos, no hay unas reglas más o menos definidas, por lo que existe un peligro aún mayor de que se retire el dinero ingresado en la cuenta.

En cambio, en el caso de los embargos administrativos (es decir, los de Hacienda y la Seguridad Social) lo normal es que estén programados para realizarse los días 5 o 20 de cada mes. Así las cosas, se puede tener una pista mayor sobre qué puede suceder si se ingresa dinero en la cuenta.

Por otro lado, y como es obvio, si la cuenta ha sido barrida en días anteriores, existe menos riesgo de que se vuelva a producir un embargo pronto. No obstante, debemos insistir en que si se mete dinero en una cuenta que ha sido objeto de un embargo, del tipo que sea, el dinero puede llegar a ser retirado.

También es cierto que aunque la cuenta esté embargada, el barrido no tendría por qué ser total. Es más: resulta más probable que solo se embarguen y retiren parte de los fondos de la cuenta, y no todos. Por lo que cabe la posibilidad de que se embargue una cantidad que no afecte al ingreso. Aun así, conviene ser precavido en estos casos.

¿Conoces la Ley de la Segunda Oportunidad? La posible solución para parar tu embargo

La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo previsto en la Ley Concursal para que las personas físicas que no pueden pagar sus deudas, y reúnen otros requisitos que se suelen cumplir en estos casos, puedan terminar con sus deudas de forma legal, ya que el juez tiene que concederles lo que se conoce como exoneración del pasivo insatisfecho (EPI). Es decir, la cancelación de las deudas.

Pero eso no es todo, ya que la Ley de la Segunda Oportunidad también permite parar aquellos embargos que estén ya en marcha, e impide que se puedan ordenar nuevos embargos. Todo ello, desde el momento mismo en que se presenta la solicitud.

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