Si no se puede pagar una deuda después de ser requerido para ello, es muy posible terminar por sufrir un embargo. Ante ello, muchas personas se preguntan si un coche que ya tiene más de 10 años puede ser objeto de embargo. Descubre la respuesta, a continuación.
¿Un coche de más de 10 años se puede embargar?
Sí, un coche de más de 10 años puede ser embargado, siempre que el embargo no resulte antieconómico. La ejecución del embargo tiene unos costes, que tienen que compensar con el dinero que se puede obtener al enajenar el coche.
Así pues, se podrá embargar un coche de más de 10 años si tiene un cierto valor, teniendo en cuenta su marca, modelo, estado de conservación, kilometraje, etc., entendiendo que se va a satisfacer al menos una parte importante de la deuda al embargarlo.
No obstante, algunos aspectos a tener en cuenta son los siguientes:
- Se puede negociar con el acreedor los bienes a embargar, aunque se trate de la Administración. De lo contrario, se embargarán los bienes tratando de perjudicar lo menos posible al deudor, y teniendo en cuenta su mayor facilidad a la hora de ser enajenados.
- A falta de acuerdo, y no pudiendo seguirse los criterios generales anteriores, los coches nunca son los primeros bienes que se intentan embargar. El orden de embargo dependerá de si se trata de un embargo judicial (artículo 592.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil), o de la Administración (las principales que embargan son Hacienda, que se rige por el artículo 169.2 de la Ley General Tributaria, y la Seguridad Social, que lo hace por el artículo 592.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil también).
- En el embargo, hay que respetar el principio de proporcionalidad. Ello quiere decir que no se embargará ningún bien que tenga un valor superior al de la deuda, a no ser que sea totalmente necesario, por no haber otros bienes más apropiados.
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La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que permite a las personas físicas (particulares y autónomos) en situación de insolvencia que cumplen unos requisitos básicos:
- Cancelar todas sus deudas, a excepción de las pocas deudas que no son exonerables.
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