La Ley de la Segunda Oportunidad se presenta como una solución para personas que, por diversos motivos, han acumulado una gran cantidad de deudas, siendo una de las razones posibles la ludopatía o adicción al juego.
Habitualmente, las personas afectadas por ludopatía recurren a la solicitud de créditos, microcréditos y tarjetas de crédito, entre otras vías, para intentar paliar su situación.
¿Qué hacer si soy ludópata y no puedo pagar mis deudas? En este post analizamos este caso particular.
¿Es posible acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad por las deudas generadas por problemas de ludopatía?
La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo que permite a personas físicas insolventes cancelar sus deudas de forma organizada, y de esa forma retomar el control de sus finanzas.
Sin embargo, hay dudas con respecto a cuando esas deudas son generadas por problemas de ludopatía. En este sentido, no es importante en sí el origen de las deudas, sino que no se hayan llevado a cabo ciertas conductas.
La ludopatía es una adicción y no un acto ilícito de por sí, pero, en la medida en que esta patología lleve a la persona a cometer determinadas conductas para cubrir impagos, sí puede llegar a impedir el acceso a la Exoneración del Pasivo Insatisfecho (EPI).
En este sentido, es importante destacar que muchas personas que desarrollan la patología de ludopatía terminan por cometer delitos como estafas, hurtos o robos, entre otros. Asimismo, si la persona comete actos intencionados para perjudicar a sus acreedores, también puede suponer un obstáculo en el momento de solicitar la Ley de la Segunda Oportunidad.
Sin embargo, si el problema de la ludopatía solo se traduce en acciones poco responsables, pero que no incurren en la ilegalidad, no hay ningún tipo de impedimento legal para que la persona afectada pueda acceder al mecanismo de la Segunda Oportunidad.
Por ejemplo, algunas de las acciones que un ludópata puede desarrollar pero que no afectan de forma directa a terceros, y donde no se percibe la mala intención de perjudicar a los demás son las siguientes:
- Incurrir en gastos excesivos que sobrepasan la capacidad económica de la persona, sin perjudicar a nadie con ello.
- Solicitar dinero de forma reiterada a particulares o familiares, y no retribuirlo según lo acordado.
- Utilizar las tarjetas de crédito hasta llegar o superar el límite de la misma, sin tener la capacidad de pago necesaria para cancelar la deuda.
- Negociar ampliaciones de los préstamos, ofreciendo garantías que en realidad no se tienen.
En estos casos, el deudor deberá someterse a un tratamiento, y, al mismo tiempo, podrá reconfigurar sus deudas para cancelarlas en función de su capacidad de pago.
¿Cómo puede acceder un ludópata a la Ley de la Segunda Oportunidad?
Si la persona cumple con el resto de los requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, y no comete ciertos actos ilícitos, ni afecta con intención a otras personas, podrá acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad.
Esto se basa en la presunción de que la presencia de esta enfermedad no es indicio de la mala fe del deudor. De ahí que, al cumplir con el resto de los requerimientos, sea posible que el deudor tenga acceso a este mecanismo para cambiar su situación financiera.
Así pues, para que un ludópata pueda tener acceso a la Ley de la Segunda Oportunidad, tendrá que asistir a algún curso de rehabilitación certificado que acredite la asistencia. Además, no podrá realizar ningún movimiento o compra que sea rastreable a nivel informático y que refleje actividades de este tipo (pagos con tarjeta, suscripciones, etc.).
La acreditación de la buena fe es indispensable para la exoneración de deudas. Junto a ello, se deberán presentar otros requisitos y siempre se analizará cada caso de forma particular.
En conclusión, las deudas más comunes adquiridas por los ludópatas son los préstamos personales, microcréditos, préstamos online, préstamos hipotecarios, tarjetas de crédito, además de las deudas que puedan adquirir con parientes y otras personas de confianza.
La Ley de Segunda Oportunidad ha llegado como una solución para la cancelación de las deudas o reconfiguración de los pagos, pero para ello es indispensable que el deudor transite por varias fases y determinar, así, que se trata de una persona que ha actuado de buena fe.
En estos casos, ponerse en manos de un abogado experto es la mejor forma de saber si se cumplen los requisitos. En Abogados Para Tus Deudas somos líderes en nuestro sector, y hemos ayudado ya a numerosos deudores a salir de una situación económica francamente complicada. Contacta con nosotros y te ayudaremos.