La reunificación de deudas consiste en unir todas las deudas en una sola, pidiendo un nuevo préstamo. Así pues, con el dinero solicitado se pagan todas las deudas pendientes y se adquiere una nueva.
Explicado así, puede parecer que la reunificación de deudas es una opción interesante. Sin embargo, la realidad es que se trata de una alternativa con muy pocas ventajas y con desventajas muy importantes a tener en cuenta.
Por ello, a continuación vamos a explicar cuáles son los pros y los contras de la reunificación de deudas.
¿Cuáles son las ventajas de la reunificación de deudas?
Los principales beneficios de reunificar deudas son dos:
Ganar tiempo para pagar las deudas
Al obtener un nuevo préstamo, el solicitante paga las deudas que tenía pendientes y comienza un nuevo plazo de tiempo para devolver el dinero. Sin embargo, esta ventaja tiene otra interpretación negativa, como veremos más adelante.
Pagar una sola cuota
Otra razón por la que muchas personas se pueden sentir incitadas a pedir la reunificación de deudas es conseguir un cierto orden en sus finanzas, ya que pasan de tener que pagar distintas cuotas cada mes a pagar solo una.
Sin embargo, esta no deja de ser una ventaja meramente a nivel práctico, que, teniendo en consideración las desventajas de la reunificación de deudas, no compensa en absoluto.
¿Qué desventajas tiene la reunificación de deudas?
Como adelantábamos, la reunificación de deudas tiene algunos aspectos negativos considerables, que conviene tener muy en cuenta antes de decidirse a solicitar un nuevo préstamo para pagar las deudas que se tengan pendientes.
Aumento de los intereses
La desventaja más seria de la reunificación de deudas, sin duda, es el importantísimo incremento de los intereses que puede llegar a suponer. Tanto es así que expertos en la materia han llegado a la conclusión de que los intereses pueden llegar a triplicarse en estas operaciones e incluso más, es decir, a superar un aumento del 300%.
Así las cosas, reunificar sus deudas puede llevar al deudor a entrar en una espiral no ya de endeudamiento, sino de sobreendeudamiento, de la que le puede resultar especialmente complicado salir. Y, en todo caso, lo hará pagando normalmente mucho más dinero del que en inicio debía.
Más tiempo de endeudamiento
Entre las escasas ventajas de la reunificación de deudas, vimos que se encontraba ganar tiempo para pagar las deudas. Sin embargo, este argumento es un arma de doble filo, ya que también supone que el deudor aumentará el tiempo durante el cual deberá dinero.
Si a ello le sumamos el hecho de que los intereses suelen ser bastante más altos al reunificar las deudas, nos encontramos con que se trata de una operación absolutamente antieconómica.
Pagar nuevos costes y comisiones
La reunificación de deudas consiste, en todo caso, en pedir un nuevo préstamo. Y este tipo de operaciones suelen conllevar ciertos gastos asociados que hay que sumar a los que ya se pagaron en su día por las deudas que se van a reunificar, más los posibles costes que puede suponer cancelar las deudas anteriores.
No todo el mundo puede acceder a la reunificación de deudas
Siendo realistas, el perfil de persona que desea obtener la reunificación de deudas, a menudo, es el mismo que no puede optar a conseguirla. Claramente, en muchísimas ocasiones son personas con graves problemas de solvencia que la entidad detecta, lo que puede dificultar mucho la operación.
Problemas para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad
La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que sirve para cancelar deudas. Tan solo es necesario que el deudor se encuentre en situación de insolvencia y que cumpla con algunos requisitos muy básicos, por lo que resultan fáciles de reunir.
Pues bien, hay que tener en cuenta que uno de los requisitos para eliminar deudas con la Ley de la Segunda Oportunidad es tener al menos dos acreedores.
Y si se solicita un nuevo préstamo para aunar todas las deudas anteriores, se pasa a tener un único acreedor, por lo que se deja de reunir esta condición sine qua non para conseguir la exoneración de deudas con este procedimiento.
La Ley de la Segunda Oportunidad: la mejor alternativa frente a la reunificación de deudas
La diferencia entre dejar de deber dinero y deber incluso más dinero es evidente, ¿cierto? Pues así de clara es la diferencia entre la Ley de la Segunda Oportunidad y la reunificación de deudas.
Con la Ley de la Segunda Oportunidad, lo que hace la persona deudora es explicarle al juez sus deudas y por qué no puede pagarlas. Y si cumple ciertos requisitos, que no son nada complicados, el juez le concederá la exoneración de sus deudas.
Los pagos pendientes dejan de ser un problema, y todo ello por un cauce legal y muy sencillo. Sin trampa alguna.
Si el deudor no tiene bienes ni tampoco tiene ingresos, conseguirá la cancelación de sus deudas por la vía de la insuficiencia de masa activa (IMA).
En otros casos, habrá que estudiar si es más conveniente que liquide sus bienes y cancele directamente todas sus deudas, o bien que siga un plan de pagos y elimine en principio solo parte de sus deudas. Una gran noticia al respecto es que es el deudor quien decide, en función de sus posibilidades.
Además, aunque decida seguir un plan de pagos, tendrá cantidades pendientes de pagar, pero ya no será considerado moroso, con las ventajas que ello conlleva (desaparecer de ficheros de morosos y dificultades para obtener financiación, principalmente).
Sea cual sea tu situación, si cumples los pocos requisitos de la Ley de la Segunda Oportunidad, puedes empezar una nueva vida más tranquila, libre de deudas. En Abogados Para Tus Deudas ya hemos ayudado a muchos deudores a conseguirlo.
Si quieres saber si puedes ser el siguiente, contáctanos y te informaremos sin compromiso.